Depresión: No, la fototerapia no es una estafa, todo lo contrario:
En otoño e invierno, algunas personas sufren de depresión estacional debido a la baja luminosidad. Frente a este problema, algunos fabricantes han creado lámparas de fototerapia que imitan los efectos del sol. ¿Estos productos son realmente efectivos o simplemente gadgets? Hicimos la pregunta a dos médicos.
El otoño ha vuelto. Sus hojas caídas, su lluvia, su cielo completamente gris. Mientras algunos disfrutan de esta temporada y aprovechan para quedarse cómodamente viendo una serie bajo una manta, otros se deprimen profundamente debido a la escasa luminosidad. Un estado de ánimo deprimido que puede llevar a una depresión estacional. Para combatir esta patología, algunos fabricantes han creado lámparas que emiten rayos de luz para imitar los efectos del sol.
La promesa: al exponerse todas las mañanas, temprano, durante al menos treinta minutos, a una pantalla que emite luz blanca, nuestro estado de ánimo mejorará significativamente. ¿Estas máquinas, disponibles en grandes superficies, son realmente efectivas o son simplemente gadgets? Hicimos la pregunta a dos médicos.
Más efectiva que los antidepresivos "La helioterapia se practica desde la Antigüedad", afirma Pierre Alexis Geoffroy, profesor de psiquiatría en el hospital Bichat AP-HP y en el centro ChronoS del GHU Paris psiquiatría neurociencia. "El sol siempre se ha utilizado como antidepresivo". Lo que ha cambiado recientemente son los datos. En los últimos treinta años, las pruebas de la eficacia de la fototerapia se han acumulado, gracias en parte a varios estudios clínicos.
Pierre Alexis Geoffroy dirigió un estudio cuyo resultado es contundente. "En las depresiones, ya sean estacionales o no, la fototerapia tiene un efecto comparable a los antidepresivos. Y ambos tratamientos combinados son más efectivos que los antidepresivos solos". Si bien la fototerapia ya se utilizaba para tratar los trastornos del estado de ánimo estacionales, podría convertirse en una solución terapéutica para todo tipo de depresiones, incluidas las peri y postparto.
Resincronizar los ritmos biológicos ¿Cómo se pueden explicar estos resultados? Para entenderlo, primero hay que saber cómo funciona nuestro ritmo biológico. Cuando hay poca luz, se segrega melatonina, la hormona que indica que es de noche y que induce al sueño. En verano, por la mañana, el sol envía una señal a nuestro organismo, que inhibirá la secreción de esta hormona. En invierno, con el sol saliendo más tarde, la melatonina se segrega durante más tiempo, y por lo tanto, estamos más cansados.
"Los ritmos cronobiológicos están desplazados en la depresión porque se duerme menos y el desajuste de estos ritmos afecta el estado de ánimo", agrega Antoine Pelissolo, psiquiatra y jefe del servicio de psiquiatría del hospital Henri Mondor, en Créteil. "Exponerse a la luz por la mañana resincroniza los ritmos biológicos y, por lo tanto, disminuye indirectamente los síntomas depresivos".
Pero eso no es todo. "Recientemente descubrimos que hay conexiones directas entre la retina y otros centros en el cerebro, especialmente los centros de regulación de las emociones", continúa el profesor de psiquiatría en el hospital Bichat. "Una de las hipótesis es que los rayos tienen un efecto sobre ciertos neurotransmisores", avanza Antoine Pelissolo. Estos rayos fortalecerían especialmente la serotonina, la sustancia más implicada en el tratamiento de la depresión.
Sin efectos secundarios A diferencia de los antidepresivos que pueden causar efectos secundarios, las lámparas de fototerapia no generarían ninguno. "Solo se han informado dolores de cabeza y otros síntomas bastante comunes que también se encuentran en personas que tomaron placebos", asegura Antoine Pelissolo.
Sin embargo, es importante utilizar lámparas seguras, con la norma de Conformidad Europea (CE). Si los productos están bien calibrados, no hay riesgo de quemaduras en la retina. "El sol al mediodía tiene una luminosidad de 100,000 lux", recuerda Pierre Alexis Geoffroy. "La fototerapia es solo de 10,000 lux durante treinta minutos".
Algunas personas deberán evitar el uso de estos productos. Aquellas con patologías oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad, la catarata, una retinopatía o un glaucoma, deberán prescindir de ellas debido a la intensidad de la luz. Aquellas que sufren de trastorno bipolar también deben tener precaución. "Hay un pequeño riesgo de cambio maníaco, como con todas las estrategias antidepresivas", señala el psiquiatra. El riesgo es que el antidepresivo supere su efecto porque es un tratamiento bastante estimulante. Por lo tanto, no deberían usar lámparas sin un estabilizador del estado de ánimo que permita regular las emociones.
¿Hacia la sustitución de los antidepresivos? Sin embargo, no está claro que las lámparas de luz ultravioleta reemplacen pronto a los antidepresivos en los botiquines. "Cada vez que hay un artículo sobre el tema, los pacientes quieren dejar su tratamiento para recibir fototerapia", dice el profesor de psiquiatría en el hospital Bichat. "Es un tratamiento efectivo. Una herramienta adicional para las estrategias antidepresivas. Si los antidepresivos funcionan, deben mantenerse. Además, la fototerapia se puede combinar con antidepresivos". Las lámparas también resultan útiles para personas que están en períodos de la vida que requieren cuidados con pocos efectos secundarios, como mujeres embarazadas o personas mayores.
"No se debe depender exclusivamente de la fototerapia", confirma Antoine Pelissolo. Si la depresión no está muy avanzada, se puede comenzar con eso. Pero si el estado no mejora, no se debe esperar demasiado tiempo para discutir otro tratamiento con su médico, ya sea medicamentos o terapia". El psiquiatra también recomienda usar estas lámparas de manera preventiva. "Las personas que saben que tienen un bajón todos los diciembres pueden comenzar a exponerse antes". El único inconveniente: el costo de estos dispositivos, que varía de 50 a más de 200 euros. A diferencia de Suiza, Inglaterra o Estados Unidos, no están cubiertos por la seguridad social en Francia, incluso con receta médica.